ORÍGENES

Según la leyenda, cumplidos 130 años después del la creación del quinto Sol, una tribu nómada llamada azteca inició un peregrinaje. Salieron de su zona de origen, Aztlan (lugar de las Garzas), localizado posiblemente en el occidente de México, uniéndose a las otras tribus.

En Culhuacan, lugar recibieron por dios principal a Huitzilopochtli (Colibrí Hechicero), que tenía la valiosa habilidad de hablar para darles buenos consejos. Iniciaron su peregrinaje (en un año "Ce Técpatl") a principios del siglo XII de la Era Cristiana, en busca de la Tierra prometida por su dios tutelar: una zona pantanosa en la cual estuviera un nopal sobre una roca y sobre él una águila devorando una serpiente.

 

Representación pictórica de Atzlán

 

Cuatro personas guiaban al pueblo, portando los ídolos de su dios y guiándolo espiritualmente. Se desplazaron hacia el sur, por el bajío, dedicados a la caza y la agricultura, y en cada lugar donde se establecían, contruían un altar a Huitzilopochtli. Permanecían un año o más en cada asentamiento, mientras los exploradores buscaban nuevas tierras donde asentarse.

Tras años de búsqueda, llegaron finalmente al Valle de México, dominado entonces por señoríos de origen tolteca. Fueron mal recibidos y vagaron durante años sin poder establecerse. Buscaron refugio en el señorío de Azcapotzalco, y con la autorización de éstos se establecieron en Chapultepec. En este lugar raptaron y sacrificaron a un joven de una tribu vecina. Fue en ese momento cuando Huitzilopochtli se les apareció a los aztecas, y les dijo que enterrasen el corazón del sacrificado en un lugar que se llamó Tenuchtitlan, porque en aquel lugar se debían asentar. Fue así como nació la que posteriormente sería la capital del imperio: México-Tenochtitlan.

Evacuación de Atzlán

 


 

Un águila devorando una serpiente sobre un cactus, indicador del emplazamiento de Tenochtitlán

 

Las fricciones comenzaron cuando los jóvenes aztecas invadieron Tenayuca para robar mujeres. Los ofendidos, aliándose a los tepanecas, culhuas y xochimilcas, llevaron a cabo una expedición punitiva en la cual tomaron como prisionero al jefe azteca, Huitzíhuitl, junto a gran parte de la tribu, los cuales tuvieron que ir a vivir a Culhuacan como siervos. El resto huyó a las orillas del Lago de Texcoco, donde se establecieron.

Sin embargo tiempo después, Cóxcox, soberano de Culhuacan entró en conflictos con Xochimilco y acudió a sus vasallos aztecas en busca de ayuda.Los tenochcas (tan sólo 10 de ellos, según nos cuenta la leyenda), se precipitaron al ataque y tomaron no menos de treinta prisioneros, a los cuales cortaron una oreja. Ante tal hazaña el prestigio bélico de los tenochcas creció tanto que éstos recibieron a la hija de Cóxcox en matrimonio para su caudillo. Pero los tenochcas desollaron a la joven en honor de una diosa de la naturaleza, Toci. Cóxcox, horrorizado, mandó exterminar a los aztecas, quienes huyeron al lago uniéndose a sus hermanos de tribu que ya se habían establecido allí. Según la leyenda, hacia el año 1325, aproximadamente, encontraron la Tierra esperada, en un islote del lago, donde finalmente empezaron a construir la ciudad de Tenochtitlan.